La Asamblea de Austrias ha organizado por tercer año consecutivo El piscinazo, una protesta por el derribo de la añorada piscina que estaba en el solar que ahora ocupa “El Campo de Cebada”. El cartel del evento, hecho por Antonia Santolaya, y más información sobre “El piscinazo” aquÃ.
Actualización 25-9-13. Con el vÃdeo de Maik os hacéis una idea mejor de lo que os perdÃsteis los que no acudÃsteis:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=JKmIGVPhfKo[/youtube]
El manifiesto que se leyó:
Hoy hemos venido a mojarnos. Nos mojamos porque hace calor, porque nos lo queremos pasar bien. Pero, sobre todo, nos mojamos por nuestro barrio. Aquà ocurren las cosas al revés. Como muchas de vosotras sabréis, antes todo esto NO era Campo. Antes, todo esto era una piscina cubierta municipal y un polideportivo público. Era la única del distrito centro de Madrid. Qué os vamos a contar, si muchos aprendisteis a nadar aquÃ.
Hace cuatro años, esa piscina fue demolida causando un gasto de 1 Millón de euros al erario público. En teorÃa, lo que ocurrirÃa serÃa la construcción de un polideportivo nuevo y la modernización del Mercado de la Cebada. Eso nunca pasó. En su lugar, estos 2.500 m2 en los que nos encontramos quedaron sellados, vacÃos, huecos.
Desde 2010, un montón de vecinas, vecinos, gentes del barrio pedimos la cesión de este solar al Ayuntamiento para hacerlo nuestro, hacerlo vuestro. Durante estos tres años, en este espacio han ocurrido las experiencias más maravillosas que nos podamos imaginar. El barrio se ha reencontrado y reconocido en un proceso de participación sin precedentes. Han crecido las plantas que se riegan con mimo cada dÃa; se han reproducido los muebles y construcciones colectivas; se ha jugado al fútbol y al baloncesto hasta llegar a las agujetas; hemos visto cine y un número incalculable de actividades culturales. En fin, hemos habitado el espacio y entre todas lo hemos dotado de significado.
Pero el bañador y las aletas siguen guardados en el armario. Ni rastro de la piscina, ni del polideportivo.
¿Qué es lo que reclamáis entonces?, os estaréis preguntando. Lo que pedimos -aunque es feo pedir, pero más feo es robar- es que devuelvan a Madrid la piscina que nos robaron; que el Ayuntamiento se comprometa con el deporte de base, accesible, público y de calidad; que deje de clausurar temporal o definitivamente complejos deportivos públicos y que no condene a la precariedad a las trabajadoras de estos centros.
Pero, ¿y qué pasa con El Campo de Cebada?, diréis. Pues que también lo queremos. Aquà o en otro lugar; no importa. Lo que importa, es que el proceso que durante tres años ha construido una comunidad en torno a este espacio, un proceso de conciencia y cuidado sobre el espacio público no se diluya. Entendemos el espacio público urbano como un lugar de participación y no estamos dispuestas a renunciar a nuestra ciudad, a poder cuidar un huerto en nuestro barrio, a relacionarnos con nuestras vecinas. No queremos el Campo de Cebada. Queremos muchos Campos de Cebada.
Aunque quererlo todo parece una contradicción, sabemos que no lo es. Lo que pasa, ya no despasa. Esta comunidad y este proceso no tiene vuelta atrás y la reivindicación de una piscina para todas, tampoco.
¡Ahora! Descalcen sus pies y mójense, que hoy es un dÃa para reivindicar, pero también para pasarlo bien. ¡AGUA VA!