Las libretas de notas son siempre una tentación para el indiscreto. Arriba, una de Camille Claudel que se expuso hace poco en la exposición que alojó Mapfre. Enmedio, una de Ramond Queneau que puede verse estos dÃas en el CÃrculo de Bellas Artes. Abajo, una del pintor extremeño Adelardo Covarsà que amablemente me enseña la fotógrafa Laura CovarsÃ.
ACTUALIZACIÓN: añado en cuarto lugar una mala reprocucción de la libreta 253 (de 1947) de Antonin Artaud, de quien puede verse estos dÃas una interesante exposición en La Casa Encendida.
C’est très émouvant ces carnets. Pas de belle présentation, du direct gratuit avec l’idée qu’il n’y aura jamais de lecteurs…
Amitiés, M.
chulo!