18 de abril鈥. El mercado negro prospera como nunca. Seg煤n el bolet铆n de la oficina de guerra psicol贸gica, el 65 por ciento de los ingresos per c谩pita de los napolitanos procede de las operaciones comerciales con art铆culos robados a los aliados, y un tercio de todos los suministros y el equipamiento importados segu铆an despareciendo en el mercado negro. Todos los art铆culos de equipamiento de los aliados, salvo fusiles y municiones, que dicen que se venden bajo cuerda, se exponen claramente a la venta en el mercado de Forcella. Se indicaba que en la inauguraci贸n de la 贸pera de San Carlo, todas las mujeres de clase media y alta llegaron ataviadas con abrigos confeccionados con mantas militares robadas. Ser铆a facil铆simo rastrear los art铆culos hasta los ladrones originales. Cuando propuse formas y medios para hacerlo, el oficial superior me dijo que el mercado negro no es asunto nuestro.鈥‥n realidad, ya casi es de dominio p煤blico que funciona bajo la protecci贸n de los altos funcionarios del Gobierno Militar Aliado. Uno descubre pronto que por muchos subordinados que arresten y env铆en a cumplir largas condenas de c谩rcel, quienes los emplean quedan siempre impunes. El jefe del gobierno militar es el coronel Charles Poletti, y con 茅l trabaja Vito Genovese, que fue en tiempos jefe de la mafia americana y ahora es asesor suyo. Genovese naci贸 en un pueblo cerca de N谩poles, ha seguido en estrecho contacto con el mundo del hampa, y es evidente que muchos de los sindacos de la Mafia-Camorra que han sido nombrados en las ciudades de los alrededores son candidatos suyes. Estos hechos, que antes eran secretos de Estado, son bien conocidos hoy por el napolitano medio. Pero no se hace nada. Por muchas denuncias que se presenten sobre las actividades de altos funcionarios del gobierno militar, ellos siguen donde est谩n.鈥 La 煤ltima historia que circula sobre 鈥渃ierto funcionario de alto rango del Gobierno Militar Aliado鈥 cuenta la jugarreta que le hizo la esposa de un conocido industrial. Por lo visto, este individuo hab铆a sido condenado a un a帽o de c谩rcel por comerciar con art铆culos robados a los aliados. Su esposa fue al Beacon, el burdel m谩s elegante de N谩poles, y pidi贸 que le prestaran a la chica m谩s inteligente del lugar. La visti贸 con su ropa m谩s elegante, le puso sus joyas y le pag贸 4.000 liras para que se hiciera pasar por ella, la esposa, y visitara al susodicho funcionario para suplicarle por la libertad de su esposo. La visita fue un 茅xito, y a los dos d铆as, las verjas de la c谩rcel de Poggio Reale se abrieron para el industrial.
Norman Lewis. N谩poles 1944