A la palabra “progreso†le reconozco el único valor de ahorrar energÃa. El arado, la rueda, las herramientas, eso es lo que han obtenido. Lo más asombroso de nuestra especie es que las máquinas del progreso, del ahorro de esfuerzo, no han sido empleadas para obtener asà más tiempo libre, sino al contrario, para aumentar el producto del trabajo. Aumentaban los utensilios del progreso y no disminuÃa el tiempo del trabajo. Nuestra especie acumulaba progreso, pero no alivio. La madre de mi amigo Giuliano Fachiri, hacia finales de los años cincuenta, tuvo por vez primera una lavadora. Por vez primera no debÃa lavar la ropa de sus cinco hijos varones ni de su marido. Al ver cuánto tiempo podÃa ahorrarse al dÃa, dijo: “La verdad es que ahora me harÃan falta otros cinco hijosâ€. No se le pasó por la cabeza la idea de cuánto esfuerzo habÃa realizado hasta entonces, ni la posibilidad de poder descansar; al contrario, en el tiempo que le sobraba podÃa cuidar de otros cinco hijos.
Erri de Luca. Tras los pasos de Nives
Es curioso Enrique, pero coincidimos en muchas lecturas.Este libro de Erri de Luca lo leà el año pasado y me pareció muy bueno.En estos dÃas aciagos en los que se ha intentado rescatar a Oscar Pérez me han venido a la memoria muchas consideraciones que se hacen en ese libro.Saludos maestro.