Cosas que me producen horror:
los libros de lujo; el tuteo, la poligamia ejercida simultáneamente, los paisajes sin árboles, los vinos espumosos (incluyendo el champán francés), los poetas de Juegos Florales, el patriotismo local, la franqueza, los japoneses, los curas bien vestidos, los pederastas artÃsticos (en cambio, tengo una grande admiración por los pederastas modestos), las señoritas inexpertas, la virtud, los sargentos, los hombres llorones, el sentimentalismo, los mauristas, los cornuts dialécticos e iracundos, etc.
Cosas que me dejan perplejo:
los literatos descontentos; los maridos heroicos; las señoras mártires, quienes se consideran obligados a hacer el vivo; quienes hacen el inteligente (igual que quienes hacen el humilde); el sol (en el momento de trabajar); el viento; el nihil novum sub sole; los elogios, sean de la intensidad que sean (el catalán es sensible a los elogios, es quizás el peor de sus defectos); la astucia profesional; tener deudas (no he tenidos nunca, cosa que demuestra que soy un burgués); las cuentas poco claros (otro sÃntoma burgués); el Conferentia Club de Barcelona; los técnicos misteriosos; los crepúsculos tristes; haber perdido los dientes; la decadencia de las arterias… etcétera.
Cosas que me hacen horror casi insoportable:
la familiaridad; la mala educación barriobajera; la chulerÃa; hablar de cosas pornográficas con hombres (en cambio, me gusta hablar con mujeres si es de su gusto); aquello que es implÃcito en este verso de Racine:
Un bienfait rapproché tient toujours lieux de ofense.
Josep Pla
(Y, de mi propia cosecha, otra cosa que me produce horror es que el horrible servicio de hosting dhost.info haya borrado sin avisar mi base de datos, en la que guardaba los 500 posts de mi antiguo blog. Un desastre que intentaré que no se vuelva a repetir.)