En el primer momento, el brillo de sus ojos puede engañar. Pero se encuentran a menudo fealdades particulares, viciosas, psíquicas. Algunos ancianos son hermosos. Pero entonces, hermosos sin igual. Ningún país tiene ancianos de una majestad comparable, especies de viejos músicos, de viejos faunos, que conocen todo en la vida, pero que no se han deteriorado, ni aun emocionado excesivamente. Pero se vuelven hermosos. Para el hindú y el bengalí la edad ingrata es desde los 8 a los 60 años. Tienen un aire bobo. La vida es para ellos la edad ingrata. La cabeza de Tagore a los 60 años es espléndida. A los 20, es una cabeza que no vive bastante, que no tiene brío, y que no es todavía bastante reposada, con ojos demasiado sensuales, bastante juiciosa? de tal modo la sabiduría es el destino del hindú. Han tenido razón en persuadir a los hindúes que deben alcanzar la sabiduría o la santidad: por el solo estudio de su fisonomía, yo les. daría el mismo consejo. Sed santos, sed sabios. Esos rostros degradados, bastardeados, ese aire estúpido, esas frentes bajas, bobas ¿no invento? no hay más que hojear una revista cualquiera, esa impertinencia y esa desverguenza (se absuelven de todo), ese aire ávido (cuando son ávidos), ¡no, tampoco les conviene el comercio! Los Maruaris (“venderían la leche de su madre, dice el proverbio, para hacer dinero” ), el aire fatuo, rastacuero, pretencioso, egoísta, afean millones de rostros. En la India los poderosos raras veces tienen rostros bellos. He visto uno solo, ¡pero tan deslumbrador! Supongo que es a causa de esa plenitud vigorosa de la belleza cuando aparece entre ellos, excepcionalmente, que se ha dicho siempre que eran hermosos.
Henri Michaux. Un bárbaro en Asia.
Arriba, viñeta de Milo Manara de su mediocre álbum “El perfume de un sueño”. Me da rabia ver el trabajo de Manara: ¡podría haber llegado a ser tan importante!
¿qué es lo que no te gusta de Manara? Será lo mismo que me deja indiferente a mí: tiene mucho oficio pero sus personajes son clónicos, muy reiterativos. La mujer siempre es la misma, ¿no?
Yo también opino que Manara es un autor muy venido a menos. Es cierto que es reiterativo en el diseño de sus personajes, de sus mujeres, pero es tampoco es un defecto tan grande como para malograr su obra. El problema es que ya tiene dibujado mucho mejor, se diría que está hastiado de su oficio. Además se mete a hacer obras malísimas (un álbum con Valentino Rossi??) y algunas de sus historias se basan en un erotismo barato, reprimido y ranciote o en pura pedantería. Pero, cuidado, en su momento fué muy grande: “El hombre de papel”, “Viaje a Tulum”, “Verano indio” y “El perfume del invisible” son agunos ejemplos de lo que valía este hombre
Mi favorito es “HP y Giuseppe Bergmann”