Ayer por la tarde tocó aguantar lluvia en Sol. Los toldos azules (¿en qué momento aparecieron? Los recuerdos de los primeros dias se difuminan) aguantan bien y quitan lo gordo, pero hay filtraciones por todos lados y se moja gente y material. Me irrita pensar que algún polÃtico se alegra de que esta primavera lluviosa incomode a los indignados.
Tengo la suerte de que la lluvia me pille dibujando a los masajistas. Su carpa es amplia y tengo sitio entre personal, pacientes y cuatro camillas donde no se para de aliviar tensiones. Hay gente que acumula 20 dias de dormir en la calle y aunque muchos son jóvenes y parecen tener el cuerpo a prueba de bombas ninguno desprecia la posibilidad de un poco de bricolage muscular. También a mi me vendrÃa bien uno, porque lo de dibujar de pie y rodeado de gente es fatigoso…
Algunas gotas se cuelan al interior de la carpa y me mojan camisa, gafas y cuaderno. Las acuarelas se aguan y el rotulador se corre. Sacar parecidos en los retratos es aún más difÃcil. No pasa nada y aprovecho par dedicar estos dibujos mojados a mi amigo Gusti, que no se cansó de decir el otro dia en su charla del museo ABC que hay que lograr comprimir la vida dentro de cada cuaderno, (y lo demostró al dia siguiente cuando se quedó dibujando bajo la lluvia en el Rastro mientras los demás corrÃamos a guarecernos)
El resto de los dibujos que voy haciendo en Sol, ordenados cronológicamente desde la manifestación del 15M, en este enlace. Clica en las imágenes para ampliarlas.
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