Acaba de llegarme a casa un sobre con ejemplares de un atÃpico libro reciente que he ilustrado para la Editorial SM y que no se pondrá a la venta porque va destinado a los hijos de los miembros del Colegio de Aparejadores. Cuenta la historia del edificio donde tienen su sede, que abrirá de nuevo después de unas espero que bien llevadas obras.
Pues habrá que tomar por asalto la casa colegial…
🙂