Primero aprende; después enseña, por Enrique Moradiellos

Mi amigo el Señor García inaugura mañana a las 20hrs una exposición en LA SALA (C/ las Armas, 78) de Zaragoza. A esa hora el gran Ignacio Mayayo hablará con García de collages y otras cosas.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=H4H1HxJj2fs&feature=youtu.be[/youtube]

Aquí os dejo el catálogo de la expo de Mérida. Si queréis comprarlo vale 3 euros más gastos de envío y podéis pedirlo a hola@chapatondo.com

Me encanta la línea de Baudoin.

Fotos del libraco que se ha publicado en Francia con imágenes de los cuadernos de Charles Berberian

Algunas imágenes de la exposición de mi amigo Alfonso Ruano en el Museo ABC. (¿O fue en el Museo Herreriano de Valladolid?)

Toca la lotería en Mérida. Abre Chapatondo

Gran inauguración la de ayer en la sala Chapatondo de Mérida. Grandes amigos, gran galería, grande Ceferino!
Actualizo con una crónica, aquí.

El jueves 14 inauguro una exposición en Mérida en la que podrá verse una selección de las acuarelas que hice para el libro “Mérida cercana” editado hace cosa de un año por CajaBadajoz (algunas imágenes, aquí). Será en la recién inaugurada sala Chapatondo (C/ Capitán Francisco Almaraz, 2 junto a la iglesia del Calvario)

El libro completo from cfLopez on Vimeo.

La reforma electoral y el sueño japonés, por Alberto Penadés de la Cruz

De arriba abajo, cuadernos de Alessandro Galli, Adolf Von Hildebrandt, Karl Von Fischer y Christian Friedrich Von Leins que vi en la Pinakotheke der Moderne de Munich

Otras entradas de este blog sobre la misma exposición, aquí, aquí, aquí, y aquí.

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Gottfried Von Neureuther es otro de esos arquitectos alemanes cuyos cuadernos vi expuestos en la Pinkotheke der Moderne de Munich

Ayer compartí escenario con mis compañeros de Tatanka en la presentación de la editorial que abarrotó el Museo ABC. De izquierda a derecha están Carlos Blasco, Esther Morales, Tomas Hijo, Miguel Angel Pacheco y, sin salir en la foto, Javier Serrano y Patricia Gómez.

Una reseña de la presentación, aquí.

Saltan chispas cuando se habla esta mañana, en la Asamblea de Lavapiés, sobre medios y periodistas. Se utilizan los términos “afin” y “enemigo”. Se menciona que ninguna portada de prensa recogió la gigantesca manifestación del pasado 23F o que una cámara del programa de AnaRosa fue expulsada de una acción reciente de la PAH. Es un tema muy controvertido y que escuece. Uno más de los muchos que hay que ir resolviendo…

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El libro de mis dibujos de la Acampada de Sol puede verse íntegro aquí .
Aquí podéis ver/descargar el resto de mis dibujos sobre el 15M.
Algo de eco de esta serie de dibujos.

Muchísima gente a pesar de la lluvia y, sorpresa, un recorrido a contracorriente que por una vez no ha terminado ni en Sol ni en Neptuno, sino en Cibeles. Me gustan estos cambios de costumbres, estas consignas nuevas y esta gente a mi lado.
Me resulta muy curioso que sean tan diferentes el dia del orgullo gay y la manifestación del 8 de marzo, tan carnavalera y descafeinada aquella, tan política y reivindicativa ésta.

Algunas fotos aquí.

Fotos de Juan Zarza, aquí.

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El libro de mis dibujos de la Acampada de Sol puede verse íntegro aquí .
Aquí podéis ver/descargar el resto de mis dibujos sobre el 15M.
Algo de eco de esta serie de dibujos.

El sábado estaré en la presentación de la editorial Tatanka, que acaba de publicar el libro “Parchis” con el que gané el premio Lazarillo. Será a las 19,30 hrs. en el Museo ABC (C/ Amaniel, 29)

David Gentleman dibuja Londres como un verdadero señor: elegante, preciso, sin nada que reprochar. (Gracias, Fernando!)

Copipego un artículo de mi amigo Jacobo Rivero aparecido originalmente aquí.

“Esto es irreversible”, me dijo una señora en el barrio de La Vega (Caracas) hace seis años, cuando le pregunté qué pasaría si Chávez muriera. A pesar de algunos medios y multinacionales creo que no le faltaba razón, para “las mayorías sociales” en Venezuela la vida no volverá a estar marcada por el destino genético de la explotación y la miseria. El “proceso” ha durado lo suficiente como para arraigar en la tierra. Me lo dijo esa señora que había descubierto que los negros, como ella, vinieron de África para ser esclavos, cuando ella -con unos cincuenta años- pensaba que es que eran negros porque había un tipo de pobreza que era más oscura que otra. Sin más. Pero esa señora había aprendido, en eso que llamaron “empoderamiento”, que la injusticia tiene causas y la ignorancia motivos.

Precisamente, en aquella “parroquia” conocí a un grupo de hip hop que se llamaba ‘Familia Negra’. Aunque su destino estaba en ‘la balacera’ ahora la transformación de su entorno los había reconvertido en trabajadores sociales. No mucho después conocí en Madrid a un “trabajador social” antichavista, ex estudiante de la Universidad Central de Venezuela, aquella a la que iban mayoritariamente los privilegiados de la tierra hasta hace no tanto. Me comentó que le habían asignado trabajar en La Vega, pero que nunca llegó a entrar en ese barrio por miedo. Lógica tremenda, donde lo social asusta y no se trata más que desde la distancia, la que siempre gobernó y de un día para otro se vio gobernada. El pobre con poder da miedo. Mejor vivir en Madrid de las rentas.

En Venezuela algo cambió a partir de 1998, en aquellas elecciones en las que Hugo Chávez venció a una candidata que había sido Miss Universo 1981, Irene Saez, que siendo alcaldesa del exclusivo municipio caraqueño de Chacao había prohibido besarse a las parejas en público. La política del botox es lo que tiene: la apariencia es lo importante, no el fondo. En la última llamada antes de aquella cita electoral los partidos que se habían repartido el poder y las corruptelas durante años, Acción Democrática y COPEI, intentaron buscarse otro maquillaje menos evidente en el último minuto, pero ya fue tarde. Nunca más volvieron. En 1998 votó el 63% de los electores, en la anterior cita electoral había participado sólo un 30%. En las últimas elecciones, con Chávez vivo a pesar del ABC y El País, fueron un 80% los venezolanos que acudieron a las urnas. Y volvió a ganar. Como en todas las citas anteriores desde aquella de 1998, que fueron muchas.

El lema “ahora el petróleo es de todos” ha sido consigna reiterada en el paisaje venezolano de los últimos quince años. Lógica que para algunos “subsidió” el voto hacia el chavismo. Ecuación de difícil comprensión para el observador ajeno: yo vivo en comunidad; la comunidad genera una riqueza colectiva; la riqueza produce beneficios sociales; el reparto de esos beneficios es un chantaje. Curioso. Lo ‘normal’, por lo visto, era lo otro: yo vivo en una comunidad; la comunidad genera una riqueza colectiva; los beneficios son para empresas extranjeras y cuatro listos autóctonos que se reparten el pastel. Eso sí, con el consentimiento de la sociedad de naciones, la mayoría de la prensa del mundo mundial y la Internacional Socialista si fuera necesario.

Y en esas llegó el virus. El problema era que la enfermedad se extendiera. Y se extendió. Llegó a otros países de la zona, cruzó ríos y mares, en versiones mejor o peor adaptadas. Planteó cuestiones y debates, pero lo más importante: generó miedos a los que desde la cuna nunca tuvieron miedo. El problema estaba precisamente ahí. Las que mecían la cuna ya no eran de fiar. En un vídeo doméstico que circulaba en 2002, antes del golpe de Estado, un grupo de antichavistas de bota alta, sortija dorada y melena oxigenada alertaba de los peligros del servicio: “Por ahí se cuela el chavismo”. Ya no se podían fiar ni de la chacha. Sin duda, un régimen perverso y antidemocrático aquel que había incubado la semilla del rencor de clase. Puro comunismo y odio. Dictadura populista y régimen perverso.

En los mejores centros sanitarios buscaron la forma de acabar con la enfermedad. Pero lo irreversible se convirtió en hábito. No había manera de contrarrestar a un personaje que enganchaba con su gente. Mala práctica en un mundo acostumbrado a los grandes líderes: Putin a torso descubierto cazando osos; Berlusconi en permanente fiesta de pijamas y chavalas; Sarkozy con vacaciones pagadas en Túnez; George W. Bush atracándose a galletas; el príncipe Guillermo vestido de nazi o en pelotas según el día; el Rey de España cazando elefantes sin recortes o Álvaro Uribe con su 30% de parapolíticos abriendo los brazos al Grupo Santillana en Colombia.

Para mí, no se trata tanto de santificar, puntualizar o disentir en los conceptos, como de reconocer que lo mejor que tuvo es que donde no pudo hacer, dejó hacer. Una cuestión que no es menor en una zona del mundo acostumbrada a que ni hicieran nada por ellos ni les dejaran hacer nada. En la perversión del mundo que vivimos debajo de nuestros balcones, no tengo duda de que la referencia del bien común tiene mucho de revolucionario. Y cuando eso ocurre, creo también, el proceso es irreversible. Por encima de otras consideraciones.

Mi amigo Malagón acaba de publicar un librito espléndido titulado ¡CABREÁOS!, una antología de sus últimos dardos editado por Ediciones Deusto.  Aquí podéis leer un artículo y ver una selección de imágenes.

Mi amigo Javier Bauluz acaba de editar junto a su compinche Marcos Martínez el libro #resistenciaminera sobre la que es tal vez “la última o la penúltima batalla de las cuencas”. Podéis comprarlo aquí.

“Cuenca minera, borracha y dinamitera” por Siniestro Total:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=4FcP9HaFFUE&list=PL7215F61E42AA43C1[/youtube]